Anécdota de la llegada a Pakse en tuk tuk
Esta es una anécdota que nos pasó justo al llegar a Pakse, en el sur de Laos. Después de semejante viaje tan pesado en bus desde Thakhek (ver vídeo aquí), finalmente llegamos a Pakse. Para variar, nos encontramos con que la terminal de buses, al igual que en el resto de ciudades de Laos, estaba fuera del centro. A 8 km para ser exactos. Imposible caminar con maleta.
Tuk tuks hiper llenos
Cuando estábamos en el bus, vimos que la gente se bajó rápidamente y se subió a un tuk tuk que estaba al lado. Los tuk tuks eran de esos tipo songthaew, es decir, los de camioneta.
Nosotros, los únicos 4 turistas que quedábamos, nos bajamos con calma del bus y esperamos a que ese tuk tuk se llenara. Como no cabía nadie más ahí, nos subimos en otro tuk tuk que estaba desocupado al lado. Ingenuamente pensamos que como no quedaba más gente en el bus nos llevarían de una vez a nuestro destino, pero ¡qué equivocados estábamos!
El tuktukero no se dignó a arrancar, por lo que nosotros le pedimos, luego le exigimos y por último le rogamos para que nos llevara al centro de Pakse de una vez, sin embargo, él ni se inmutó y nos ignoró totalmente.
El problema
El problema era que, primero, el tipo no hablaba muy bien inglés o simplemente no tenía ganas de explicarse. Y segundo, que éramos novatos en aquello de viajar en songthaew por el sur de Laos. Veníamos muy mal acostumbrados de Tailandia, Camboya e inclusive del norte de Laos, en donde tienes exclusividad absoluta en un tuk tuk. Así que no sabíamos que en el sur Laos llenan los tuk tuks de gente hasta reventar y hasta que no estén llenos, pues no arrancan, así de sencillo.
¿Y ahora quién nos lleva?
Al rato, después de esperar, negociar el precio del trayecto y subir las maletas a la parrilla del techo, empezó el conductor a tirarse la bola con otro conductor para ver quién nos llevaba. Hubo un momento de desesperación porque no sabíamos quién nos llevaría ni cuándo. Además no había ningún otro medio de transporte disponible para llegar al centro de Pakse. Y para colmo estos dos hombres no querían ni dirigirnos la palabra.
Por fin arranca el tuk tuk
Al final, luego de tanta espera, tuvimos que cambiar de tuk tuk. Y después de que se llenara nuevamente de maletas, cajas, costales, gente, y un largo etcetera, pudimos partir. El songthaew iba tan sorprendentemente lleno, que hasta llevaba gente de pie en el parachoques trasero del vehículo. Por suerte esos de atrás no éramos nosotros. Nosotros ya íbamos dentro muy apretujados, aunque más «seguros».
Hora de pagar el tuk tuk
Luego para más inri, nos cogió una tormenta a medio camino. No solo resultamos empapados sino que nuestras maletas también. Y finalmente, para rematar, nos quisieron cobrar más de lo que habían pactado con las otras turistas, puesto que, nosotros habíamos negociado el precio con el primer conductor y no con el segundo. Aún así, yo había escuchado el precio que le habían dado a las chicas, el cual era de 15.000 kip por persona, y no estaba dispuesta a pagar más.
El problema fue que al llegar no tuvimos el dinero justo así que les dimos un billete más grande y no nos querían dar el cambio. Después de una fuerte discusión por parte y parte, muy a regañadientes nos dejaron el precio en 10.000 kip por persona y nos entregaron el cambio. Pero en serio, ¡qué mal rato tuvimos! Lo bueno fue que por fin llegamos a nuestro hotel en Pakse sanos y salvos.
Moraleja sobre los tuk tuks aquí y en la conchinchina
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Infórmate primero:
Lee primero cómo es el tema de los tuk tuks y el transporte en general en los países a los que viajas. Esto es un tema que ahora me parece muy importante. Me gusta viajar tranquila y evitar posibles malentendidos o estafas. Por lo tanto, es mejor informarse con antelación para evitarse todo este tipo de situaciones. Nosotros habíamos hecho esta tarea para ir al norte pero no para ir al sur, así que aquí pecamos por confiados.
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Negocia el tuk tuk antes de subirte:
Antes de subirte a un tuk tuk, negocia el precio primero, tantas veces como sea posible con tal de que quede claro, completamente claro. Y nunca, pero nunca pagues con dinero de más. Paga siempre con el dinero justo, así te evitarás discusiones y malos ratos. Y si no tienes el dinero justo, pregunta primero si tienen cambio aunque intenta tener siempre sencillo.
Bueno, pues hasta aquí llega mi anécdota. En realidad no ha sido nada grave, sólo un poco incómoda, eso sí, pero nada más. Estos son los llamados «gajes del viajero».